Químicos
Sigo sin entender esta inercia indescriptible a volver a caer después de las heridas, o mejor dicho, a levantarse y correr, a no detenerse sabiendo que el firmamento es desconocido, y uno cada vez más vulnerable. Ya no comprendo esa emoción febril al descubrirse nuevamente en otros ojos, la voluntad de entregar nuestro tiempo, ni esa curiosidad al explorar la realidad del otro, ese sendero largo, que uno se dispone a recorrer sin saber hasta donde llegará. Quizás es un dejo de esperanza, la consciencia de que existe cierta probabilidad, la ilusión de que tal vez, ahora, el resultado será distinto: una excepción. Sin mucho entendimiento uno decide navegar una vez más, "hoy al revés, me muevo en círculos... muy poco lógicos...", se arroja a un vacío sin pasado ni futuro, un instante constante de esa emoción ya conocida, de incertidumbre, adrenalina, "son sólo químicos, se mueven rápido y me hacen perder la calma"... Después de tantos años, uno vuelve a ese estado, pro