Entradas

Mostrando entradas de enero, 2021
No recuerdo haber escuchado palabras que reflejaran algún sentimiento dentro de mi núcleo familiar después de haber cumplido los seis o siete años. Un “te quiero” o un “te amo” no eran algo frecuente entre nosotros, era más bien algo inusual o hasta inexistente. Al pasar de los años, después de convivir con las familias de mis amigos cercanos, descubrí que quizás la mía era una excepción extraña, en la que sólo había besos de saludo y despedida, en la que los abrazos no existían y uno sólo podía llorar a solas, en silencio. Comprendí entonces que mi familia era diferente, aprendí a ser distante y ensimismarme en mis propios pensamientos.    Pasaron casi veinte años para que pudiera decirle “te quiero” a mi madre de nuevo. Esto sucedió casi después de haber encontrado un departamento que poder rentar para al fin mudarme. Aún recuerdo aquellos primeros meses de independencia: ella me llamaba casi todas las noches, pero yo jamás contestaba; también me mandaba mensajes por WhatsApp duran