un terremoto
nosotros en la azotea respirando el suelo
múltiples caídas sobre el mismo espacio
agitando nuestras vísceras desgastadas

hace unas horas aquel hombre
me ofreció fumar eso
de una varilla perfumada
mis pulmones se llenaron y vaciaron en un segundo
luego sentí el vértigo y las náuseas
y la sensación de no querer volver a hacerlo
aunque sabía que quizás no podría

entonces encontré a aquella extranjera
blanca y pálida y extraña
que quería probar de mi varilla
se la di completa
y la dejé fumando ahí

subí a la azotea con los demás
sabíamos que la tierra se sacudiría
así que nos acostamos boca abajo
con los brazos extendidos
esperando que el estremecimiento
llegara a nuestros cuerpos

Comentarios

  1. Me intriga, y mucho. Me encanta como escribes. Me llenas de preguntas y eso cómo me gusta. Te amo <3

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  2. También a mí, experiencias que me colman de preguntas. Visitémonos más seguido, saludos.

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