navego en un mar de redes
y aunque mis ojos pretendan cegarse,
ahogarse en la oscuridad
debajo de los párpados,
o en la luz de alguna mirada,

al final me encuentro
náufrago de un pasado
que no pertenece al ahora
-pasado que no puede ser pasado-
como una memoria constante
círculo sin cerrar
espiral infinita
tiempo programado para persistir

entonces, me reconozco
invasora de recuerdos
impotente, sin voz
apropiándome de tu historia
hilando sucesos
inventando conjunciones,
tristemente 
a través de una máquina
no de tu voz, ni de tus palabras

(porque parece 
que las memorias que callas
son las que Facebook
me recuerda más)

¿en qué momento
decidimos plasmar nuestro pasado
en una plataforma
tan asequible al otro
tan palpable, tan pública?

¿en qué momento el pasado
volverá a ser un pasado propio
sin intervenciones ajenas
ni intermisiones anacrónicas?

¿cómo omitir 
lo que no quiero ver
cuando constante
me bombardea con
cada búsqueda
cada palabra
cada fotografía?

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog